Interesante me resulta explorar las páginas de mi pueblo y navegar por toda la sinuosidad de su historia, esta vez, me viene a mi mente esa bella página en que se involucra la educación, la instrucción y la escuela; era el año de 1953, que por inquietud de padres de familia, y sociedad en general se conjuntaban propósitos, crear la escuela secundaria, anhelo que vería luz; el Gobierno del Estado auspiciaría la misma, incorporándose al Instituto de Ciencias de Zacatecas. Se inauguró el 16 de febrero de 1953, siendo Presidente Municipal el C. Eloy Molina Juárez. Su primer Director fue el Dr. Santiago Fierro y Fierro, sería instalada en la Escuela Primaria Ramón López Velarde. Esta institución solo duro en funciones siete meses.
En 1957, se logra la reapertura de la escuela poniéndola al servicio de la región de Rio Grande y municipios circunvecinos; quedando como Director el Profesor Mahomedalid Hernández Leal. El 20 de mayo de ese mismo año, se inaugura el edificio escolar de la calle Alfonso Medina No. 19 Barrio del Cuero por el Lic. Adolfo Ruiz Cortines, Presidente de la República Mexicana, mismo que durante dos años albergaría al alumnado posteriormente se mudaría al edificio que ocupara la Escuela Primaria “Justo Sierra“ de las calles Allende y Juárez. Esta institución se vio fortalecida por personas honestas y responsables, filantrópicas diría yo; Mahomedalid Hernández Leal, Benjamín Morquecho Guerrero, Pompeyo Dávila Reyes, Elviro Muro Hernández, Salvador Gómez Molina, Abel Cruz Medina, Amado Castañeda, Antonio Maldonado, Serafín Chi Uc, Gabriel Castañeda y tantos maestros ilustres que se me escapan de la memoria; hasta llegar a su último Director el Profr. Rufino Damián Mendoza. Y Así como consigna la historia de haber caído imperios, también cayó la Escuela “Agustín López de Nava”, faro de luz y pionera del progreso de nuestro pueblo.
A principios del año de 1966 estando de visita en la población el gobernador Rodríguez Elías, le saludaron los riograndenses Ma. Dolores González y Manuel Rodríguez, pidiéndole, a nombre de la secundaria estatal y Club de Leones, se federalizara el plantel; la respuesta sería inmediata para que se contara como un hecho, haciendo las respectivas gestiones ante la Secretaria de Educación Pública. Naciendo así, la Escuela Secundaria Federal Ignacio Manuel Altamirano, el 25 de octubre de 1966. Su primer director, lo fue el mismo profesor Rufino Damián Mendoza, originario de Totolapan, Guerrero, el cual había hecho sus estudios primarios en su tierra natal en la Escuela Normal de Ayotzinapa del mismo estado. Dado su dinamismo se dio a la tarea de conseguir el mejor local para instalar lo que el llamo “MI ESCUELA”, inclinándose por la plantel de la Escuela Ramón López Velarde para establecerse mientras se gestionaba la construcción del edificio propio.
La primera planta de maestros, personal administrativo y servidumbre que colaboró con el profesor Rufino, estuvo integrada por: Yolanda Mireya García Martos, Rubén Aguilar Montoya, Susana Flores del Castillo, Irma Lozano Montiel, Antonio Maldonado Rodríguez, Francisco Hernández Meneses, María de Luz Martos, Manuel Y Miguel Rodríguez Molina, María de Jesús Mercado, Ma. Luisa Buchard Guzmán, y Abel Hernández González.
En los ejercicios de 1967 a 1969 tanto en el aspecto académico como en su proyección social fue en aumento; más sin embargo, el director empezó a tener problemas político sociales que al terminar el año escolar sería cambiado a otra escuela, acto que lo privó de no ver culminado su sueño, la construcción del edificio. Supliendo la profesora Juana Medina Salinas, quien duro al frente del plantel hasta el 31 de marzo de 1970.
Previo a este lamentable cambio, y a principios del año del 69, el gobernador categóricamente informó que los trabajos de construcción darían inicio en el mes de julio, esa era la nota del periódico La Tribuna del 27 de abril de 1969. En el cual por palabras del propio gobernador manifestó:
“que para el siguiente ciclo y debido a la gran afluencia de muchachos, mínimamente estarían ya concluidas algunas aulas y puestas en servicio. Que dicha obra estaba totalmente aprobada, en la actualidad solo se trabajaba sobre los anteproyectos de rigor, y los consiguientes trámites correspondientes”
El director de la escuela en ese mismo acto desmentiría categóricamente el tendencioso rumor de que se pensaba cambiar el centro de estudio a otro municipio, acción que a la postre fue lo que hizo proclive su destitución.
cabe destacar, que quien se distinguió durante el proceso de construcción fue don Juan Ángel Abrego, que en espíritu vanguardista de superación y progreso y junto a personas del mismo calibre y miembros de la Sociedad Mutualista de Río Grande, fueron condonantes de una casa para la adquisición del terreno donde se construiría la escuela.
Nuevamente el periódico Tribuna, destacaría en su semanal de fecha 28 de septiembre del mismo año; que hacia tiempo y en estas mismas páginas se decía que pronto empezaría la construcción del edificio para la ESFIMA. Noticia obtenida de fuentes fidedignas. No obstante que está aprobado ya el lugar para la edificación y de haberse recibido algunos materiales; se creía que aprovechando la próxima visita del sr. Gobernador los dirigentes tocarían el tema.
Para beneplácito de los riograndenses, históricamente el semanal La Tribuna informaba el 7 de diciembre del 69, que seguían acelerados los trabajos de construcción de la ESFIMA, que era loable la actitud del gobernador que se preocupaba por la instrucción de los adolescentes, sin el menoscabo de la brillante colaboración y solidaridad de la población. Al siguiente año se estrenarían las nueva y flamantes instalaciones.
El primero de abril de 1970, tomo posesión de la dirección la profesora Elisa Robles Luna; a medida que la escuela se ha venido desarrollando a través del tiempo, se ha superado en su aspecto académico y su proyección social en la comunidad tiene alguna significación. Según la opinión de algunos observadores, se le puede considerar como una de las instituciones de mayor prestigio en el estado dentro de la educación media básica. Bajo su tutela y con ayuda del personal docente federal, en 1971 se estableció la secundaria nocturna para atender a jóvenes trabajadores de ambos sexos que se interesaban por adquirir estudios secundarios. En el ejercicio escolar 1980-81, debido al gran número de adolescentes escritos se establecieron dos turnos, el matutino y vespertino para poder atender en sus instalaciones a todo el alumnado y la Secundaria Nocturna para Trabajadores tuvo que cambiarse a la Primaria Federal Justa Sierra mientras se construía un edificio espacial para albergar este centro de estudios.
En el ejercicio escolar 1982-83 contaba con una inscripción de 952 alumnos en el turno matutino y 823 en el vespertino, atendidos los dos turnos por personal docente, administrativo y manual integrado por 76 personas, elaborando en 15 aulas 6 talleres y demás habidas en la escuela.
Con el tiempo se daría el cambio de Federal a General, ostentándose en la actualidad con el nombre de Escuela Secundaria General Ignacio Manuel Altamirano. Para finales del año del 2013, la administración municipal, a través de acuerdos y medidas preventivas, optó por darle un nuevo destino de domicilio a la escuela, estando en proceso en este 2016, precisamente inmersa en el año del gran festejo de su cincuenta aniversario.
Agradecemos la colaboracion del Ing. Jose Arturo Castillo Ramirez.- Cronista Municipal