El incremento de la inflación en septiembre a 2.97% anual, el mayor desde abril de 2015, y de 0.61% a tasa anual, se explica por las alzas reportadas en los precios de las frutas y verduras, que obedecen a factores del temporal e incremento de la demanda, y las colegiaturas, por el regreso a clases, pese a los factores estacionales, la expansión del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) superó las expectativas de los analistas que esperaban un máximo de 2.91%.
De acuerdo con Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico de CIBanco, hasta hace un par de meses los precios agrícolas (junto a las tarifas eléctricas), jugaban a favor de la inflación y no se notaba tan representativos los incrementos por el tipo de cambio.
El economista insta a prestar especial atención a la inflación subyacente, refleja el incremento del dólar frente al peso, que reportó su mayor avance mensual, de 0.48%; a tasa anual rebasó el 3.0%, con 3.07%. Expone que entre las mercancías, las no alimentarias son el rubro que “más le preocupa al Banco de México”, aclara que no reporta una subida escandalosa, pero “sí sigue con una tendencia al alza que se debe considerar”.
Gordillo Arias prevé que la inflación continúe su ruta alcista, por lo que para el cierre de año podría ubicarse en 3.6%, mientras los productores continuarán aguantando el incremento de los precios porque la demanda no es fuerte.
Agrega que probablemente 2017 tendrá una inflación por arriba de 3.0% en todo el año, los productores esperan que el tipo de cambio se estabilice, pero si no es así se vería un cambio en los precios de los productos.
“Llevamos dos años en niveles nunca vividos en la historia, eso ha ayudado a que las presiones inflacionarias no sean tan fuertes, hablar de 3.0 o 4.0% no es tan malo. Banxico no quiere que la presión se le salga de las manos, que no pase de 4.0%”, añade.
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