A continuación presentamos un vistazo de algunas de sus afirmaciones, tras reunirse el miércoles con el presidente de México y su mitin nocturno enfocado en la inmigración, comparadas con los hechos:
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TRUMP: “El presidente Obama y Hillary Clinton han cometido una grave negligencia al comprometer la seguridad del pueblo estadounidense para abrir las fronteras”.
LOS HECHOS: En realidad, Trump elogió a Obama en el pasado por deportar a un número de personas sin precedentes durante su primera legislatura, un dato que no encaja con la acusación de apoyar una frontera “abierta”.
Obama aumentó el personal de la Patrulla Fronteriza a un máximo histórico de 21 mil 444 agentes en 2011 y su gobierno prácticamente ha puesto fin a los “regresos voluntarios”, o devolución de mexicanos sin consecuencias.
Tanto Obama como Clinton apoyan una política migratoria más laxa que la propuesta por el candidato republicano, pero lo que proponen no es una frontera abierta.
Clinton ha prometido extender las medidas de Obama, que permitirían quedarse en el país a personas que llegaron al país de niños sin autorización legal, así como a algunos padres de ciudadanos estadounidenses. Ambos han pedido legislación que permita que la mayoría de los aproximadamente 11 millones migrantes sin permiso de residencia se queden si pasan una comprobación de historial, aprenden inglés y pagan impuestos. Sin embargo, los que no cumplieran las condiciones o cometieran delitos serían deportados.
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TRUMP, sobre las personas que viven en Estados Unidos sin permiso: “Reciben un trato mejor que nuestros veteranos” de guerra.
LOS HECHOS: La gente que está en el país sin autorización carece del derecho a trabajar, votar o recibir la mayor parte de las prestaciones del gobierno. Una cifra modesta ha quedado exenta de ser deportada debido a una medida del gobierno de Barack Obama, pero la mayoría vive bajo el riesgo de ser expulsada del país.
Los veteranos de guerra tienen garantizada la atención a su salud por parte del gobierno y, como casi todos son ciudadanos estadounidenses, cuentan con el derecho al voto y otras prestaciones gubernamentales.
Trump y otras personas han criticado la calidad del cuidado que reciben, pero la gente que vive en el país sin permiso carece de derechos equivalentes de atención a la salud, excepto para tratamiento de emergencia. Los hospitales públicos tienen obligación de ofrecer atención médica de urgencia sin importar el estatus migratorio de la persona.
http://www.sinembargo.mx/01-09-2016/3087161